Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2024

La chica de la Esso

Vanina tenía unos 20 años. Morocha, de pelo largo hasta la cintura. Trabajaba en la Esso cerca de casa, en Luján y Albarracín. Usaba calzas y visera, limpiaba los parabrisas, les servía café a los chicos del surtidor, atendía la caja y daba vueltos en caramelos.  Había un chisme de barrio que decía que una vez una vieja juntó todos los 'vueltos' y les pagó en caramelos Media hora unas gaseosas.  Se la tuvieron que fumar en pipa.  Las cejas de Vanina eran un poema aparte.  Me obsesionaban sus cejas porque las mías también eran gruesas, pero yo quería ser como ella: cejona y bella.  Año 99.  Apenas once años. Me crecen las tetas.  Solía hacerme las trencitas de noche y deshacerlas a la mañana así me quedaba el pelo ondeado todo el día.  Un día fui a la Esso a inflar las gomas de la bicicleta.  Cuando me acerqué al mostrador a pagar me miró el pelo y me dijo "¿Qué pasó amiga? ¿Te peleaste con el peine?" Y sonrió graciosa, masticando chicle de costado. Me puse roja de la